138 Ciudadanía Ética Ecológica en contexto de crisis planetaria y corrupción máticas las que dan lugar a las obligaciones de la ciudadanía ecológica; que es responsabilidad del ciudadano "asegurar que su huella ecológica no ponga en peligro o restringa la posibilidad de otros en el presente o en el futuro, debido al bien común definido democráticamente vía el debate abierto y la deliberación. Por lo que la comunidad política de la ciudadanía ecológica es una comunidad de justicia ecológica asimétrica, en tanto la obligación es proporcional a la magnitud de la huella ecológica acumulada y requiere ser ejercida con las virtudes de la empatía, del cuidado y de la compasión con los otros humanos y no humanos, y el planeta mismo, tanto en la esfera pública como en la esfera privada, tanto como responsabilidad ecológica-social (por la vulnerabilidad creada) con la generación presente como con la futura. Concluyendo que la ciudadanía ecológica implica la ética del compromiso con ciertos principios y "hacer el bien" por motivos de justicia más que por conveniencia. La Ecología Integral plantea el desafío urgente de una ciudadanía y políticas –globales y desde los territorios– orientadas hacia el cuidado de la Casa Común ligándolo al Bien Común, en el que se incorporen: la opción preferencial por los pobres/los excluidos, la exigencia de justicia y solidaridad ecológica con la generación actual y la venidera, el replanteo integral de la ética y de la política, la lucha contra la corrupción, la exigencia de requerimientos éticos ambientales a la lógica económica vigente, la urgencia de contar con buenas políticas públicas, participación de la ciudadanía, diálogo de todos los actores hacia acuerdos. La ecología integral es inseparable de la noción de bien común, un principio que cumple un rol central y unificador en la ética social […] En las condiciones actuales de la sociedad mundial, donde hay tantas inequidades y cada vez son más las personas descartables, privadas de derechos humanos básicos, el principio del bien común se convierte inmediatamente, como lógica e ineludible consecuencia, en un llamado a la solidaridad y en una opción preferencial por los más pobres. Basta mirar la realidad para entender que esta opción hoy es una exigencia ética fundamental para la realización efectiva del bien común (SL, n. 158; n. 156). 2. Perspectivas y experiencias con agendas de políticas ecológicas desde la sociedad civil
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