163 Conclusiones y recomendaciones gulación de las actividades antrópicas para la preservación, conservación, defensa y salvaguarda de la Naturaleza se inscribe como un deber supraconstitucional. En esta situación, la justicia socioambiental implica la construcción de procesos de diálogo y participación ciudadana en los que la lucha contra la corrupción sea el eje rector de la relación entre la Empresa, el Estado y la Sociedad, impulsada por los conceptos de buen gobierno explicados a lo largo de este trabajo. Para comprender el alcance de esta afirmación, es necesario señalar que el sistema económico que rige el concierto internacional favorece tanto la depredación de la Naturaleza como la cosificación de las personas. El capitalismo otorga al individuo un valor basado en su capacidad de consumo y poder adquisitivo, al mismo tiempo que fomenta su instinto depredador contra su propio entorno. Sin embargo, la consolidación de la justicia socioambiental permite revertir esta situación, incidiendo en la conciencia de las personas sobre las problemáticas que actúan en detrimento del medio ambiente desde un punto de vista integral, entre el medio natural y el desarrollo de la sociedad. Del mismo modo, hablar de justicia socioambiental en relación con el capitalismo implica analizar los éxitos, fracasos e irregularidades que acompañan a este sistema económico para poder superarlos, lo que resalta la importancia de identificar y llevar a cabo acciones contra el fenómeno de la corrupción y las desigualdades sociales, fenómenos sintomáticos del sistema actual que influyen fuertemente en la descomposición del tejido social. Sin embargo, la atención a los problemas ambientales mundiales solo puede ser eficaz a la luz de una suma amplia de esfuerzos, en la que la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento del estado de derecho se consideren decisivos para lograr el desarrollo sostenible. En esta situación, las acciones de mitigación del cambio climático son inseparables de los derechos humanos y de la naturaleza, lo que requiere considerar el ejercicio de la paradiplomacia ambiental, con el fin de fortalecer y diversificar la participación de los actores en el ámbito internacional para una mejor toma de decisiones, con el objetivo de lograr una gobernanza socioambiental global. En este contexto, debemos reconocer los aportes del derecho consuetudinario a los pueblos y comunidades indígenas, cuya cosmovisión contribuye al cambio de conciencia colectiva; sin embargo, para
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