28 Perfiles de corrupción y medio ambiente gira en torno a que la responsabilidad de proteger al medio ambiente y los vulnerables, corresponde casi exclusivamente a las personas. Lo anterior refleja la complicidad entre el sector público y privado al amparo de la ley; lo que pone de manifiesto el hecho de que la corrupción es un fenómeno multidimensional, cuyo análisis y sobre todo, solución, no pueden limitarse únicamente a la transgresión de la norma escrita bien sea por acción u omisión, sino a la afectación de los principios democráticos de transparencia, rendición de cuentas y de participación ciudadana que rigen al Estado de Derecho. De acuerdo con Nuñez García Sauco (2004), "La corrupción proviene de un conjunto de factores de índole económica, institucional, política, social e histórica. La corrupción y los comportamientos desprovistos de ética socavan los principios básicos de los regímenes democráticos, disminuyen los niveles de confianza de los ciudadanos en esos regímenes y atentan contra el Estado de Derecho." (p. 13). Se puede observar que la construcción de la ley tiene una falla de origen ético, lo cual, resulta en el desarrollo de la corrupción más allá de aquello positivizado en un ordenamiento jurídico; lo que la invisibiliza y dificulta presentar un ataque frontal y efectivo en su contra. Esto se puede explicar de distintas maneras y más aún si se habla de nuestra relación con el entorno natural, ya que hasta hace no mucho tiempo el sinónimo de progreso lo marcaba el sometimiento de la naturaleza a los designios del ser humano. De acuerdo con Noguera (2004. como se citó en Sánchez Torres, y Aguilera Prado, 2014), "La ética de la cultura moderna reduce la dinámica de la vida a un mundo en el cual solo el respeto es posible en las relaciones humanas, cuyas creencias hacen que la razón se establezca como única forma de relación ética; así, otras formas de vida quedan excluidas de dicha ética antropocéntrica." (p. 156). Asimismo, como afirma Lecaros (2013), "en la medida en que una vida humana digna en el presente y en el futuro es impensable sin la conservación y cuidado de la biosfera, es necesario precisar que el interés del hombre finalmente coincide con el resto de lo vivo…" (p. 180). Sobre este tenor, se debe tener presente que la justicia socioambiental favorece el desarrollo social, ya que no solo busca combatir las asimetrías socioeconómicas a través de la distribución equitativa de los ingresos por el aprovechamiento de los recursos naturales, sino que favorece la relación entre conservación y desarrollo, es decir, representa la
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