299 Paula Fabiana Romano chos y obligaciones reconocidas y protegidas por el Estado de Derecho-, como la persona en vía de desarrollo implantada en el útero de una mujer, como los embriones, ovocitos pro-nucleados merecen la misma consideración (Zurriaráin, 2007). El embrión es un sistema combinado, nuevo, irreductible, único Producto de los dos subsistemas que lo han generado (el óvulo y el espermatozoide), in situ está inscrito genéticamente el proyecto, que permite el desarrollo programado del cigoto hasta su completa formación final a través de un proceso continuo, coordinado y gradual Palazzani, 1995, p. 23-29). Si la vida humana es un proceso, el principio de la vida será el inicio de ese proceso. Jamás llegará a ser humano si no lo ha sido desde entonces. Al embrión se lo suele reconocer como una entidad con un reconocimiento moral progresivo fundamentalmente por su incapacidad de subsistir solo, de requerir el seno materno, y porque no tiene las funciones de un adulto como es la conciencia para pensar y razonar. El embrión es en potencia un ser individual. Es por tal que se debe su protección desde el inicio de su existencia, fecundado o implantado. Hay que decir que el óvulo y el espermatozoide están unidos para la conformación de un cigoto, un embrión, pero cuando el óvulo es fecundado tenemos un nuevo ser en acto. Es un nuevo ser con posibilidades ineludibles. Su gradual crecimiento o desarrollo lo conforman en un feto, un bebé, un niño, un joven, un adulto. Un bebé no tiene las capacidades de raciocinio de un adulto -pero si la posibilidad de adquirirlas- y por esto no le negamos su condición de humano, es uno con potencia de llegar a ser un adulto, pero continúa siéndolo, y un adulto mayor con demencia senil es uno que perdió la potencialidad de razonar, pero sigue siendo humano. El acto nos dice lo que somos, en este caso seres de la especie humana y la potencia nos da las diferentes facultades que pueden estar o no estar, que pueden crecer o disminuir. Existe una creencia que afirma que no se es persona por no poseer inteligencia; sabemos que las personas en estado de coma o que están dormidas no dejan de ser personas por este hecho. Este es un reconocimiento que por parte del Derecho y del Bio-derecho, dan una connotación de granmagnitud a la dignidad humana y los derechos del hombre en su esencia. En la Instrucción Donum vitae (Congregación para la Doctrina de la Fe, 1987) surgen preguntas del tipo: “¿Cómo no van a ser
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